Desarrollo sostenible y transformación social-ecológica
Las crisis socio-ecológicas, provocadas entre otras cosas por los efectos del cambio climático, se están haciendo sentir a nivel mundial, nacional y local. Sin embargo, no todos los estratos de población y países se ven afectados por igual: el cambio climático se entrelaza con las asimetrías internacionales entre el Norte y el Sur. Los grupos de población social y económicamente desfavorecidos del Sur Global son particularmente vulnerables. Los trastornos ecológicos se expresan, entre otras cosas, en la disminución de la calidad de vida, las sequías, la devastación y la destrucción de la biosfera y se están convirtiendo en la fuerza impulsora de los flujos migratorios mundiales. Pero también tienen consecuencias económicas muy específicas, como la pérdida de puestos de trabajo o la precariedad de las condiciones laborales. Desde hace algunos años, iniciativas nacionales e internacionales intentan contrarrestar eficazmente el cambio climático y las distorsiones ecológicas. Si bien los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas están destinados a servir de marco para políticas mundiales sostenibles; la digitalización, la transformación de la movilidad y las fuentes de energía renovables ofrecen nuevas oportunidades económicas. Esas políticas climáticas y de desarrollo suelen ser contradictorias, son objeto de controversias políticas y sociales y entrañan tanto oportunidades como riesgos para el Norte global y los países del Sur global por igual.
El departamento aborda empírica y conceptualmente las causas, condiciones y consecuencias económicas, políticas y sociales de la transformación socioecológica y explora los desafíos y límites del desarrollo sostenible, pero también examina nuevas posibilidades de cambio social. Se presta especial atención a los debates actuales sobre las definiciones de bienestar, que conceden mayor importancia no solo a los valores materiales, sino también a los factores sociales y culturales. Como enfoque de este tema, tiene lugar una preocupación por la categoría “tiempo”, que en lugar de dinero utiliza el tiempo como unidad central de medida de la calidad de vida. Con este fin, se reflexiona y debate sobre los fundamentos teóricos y metodológicos de nuestra comprensión del tiempo y el bienestar, sobre cómo la dimensión del tiempo puede introducirse como determinante transdisciplinario del desarrollo social, así como sobre los impulsos políticos que la idea de un “bienestar del tiempo” podría proporcionar para un modelo de bienestar con pocos recursos y respetuoso con el medio ambiente. Dado que el tiempo como categoría describe y puede mejorar el desempeño reproductivo a menudo feminizado de una sociedad de manera diferente, la política del tiempo también ofrece una variedad de enfoques para nuevas políticas sociales y de género. Los puntos de partida aquí son los impulsos del Sur Global, cuya profundización abre al mismo tiempo nuevas formas de diálogo y cooperación internacional.
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